lunes, 10 de agosto de 2015

Libre

Ingenua, perdida.
Creyendo todavía
en decisiones que no se toman, que existen por sí mismas.
Queriendo controlar su momento para volar, para olvidar.
Para decirle que no a la emoción que ya no es posesión, que ahora la posee.
Cuando en el fondo sabe que, desde que salió de noche,
al dejarlo todo y al abrigar su corazón,
ya no sabría volver,
ya no querría volver.

Ya no tenía nada que perder.

Hola (:

Hace unos días empecé a mover estas palabras a un nuevo lugar, y también a escribir nuevas por allá. Así que, si me quieres seguir leyendo, ...