viernes, 27 de noviembre de 2015

Quebranto

Azotar las puertas no servirá de nada.
A través de ellas no pasará la calma;
excepto que escapen las paredes,
que separen sus aristas y proclamen su independencia
para dar lugar a habitaciones abiertas.

Liberar fuerza no dejará de esclavizar el sentimiento.
Romperá la llave del grifo con las manos atadas,
inundará el vacío para acercarse al suicidio.
Para eliminar sospechas y disolver las huellas
del único que quiso ser autor de homicidio.
Se desbocará toda la culpa de un caso que no se cierra
para dejar como única víctima a la inocencia.

Habrá que tragarse el corazón de vez en cuando
para que tiemble menos y grite hacia adentro,
y lo escuche todo el cuerpo pero no el viento.
Servirá convencerse de la mentira eterna
de que es temporal el sufrimiento.
De que se transforma la materia,
que nada se destruye por completo.
Pero si la ciencia involucra lo que hay dentro,
sus leyes y tanta teoría pierden todo peso,
credibilidad, masa y su propio suelo.

Respira, respira, respira.
Hasta el día en que extrañarte sea una pérdida de tiempo,
de silencios, de mares y recuerdos.
Echar de menos al extraño que ya no vive en tu cuerpo.
Ese desconocido que me llenó el alma y dejé en silencio,
con la mano extendida y el corazón abierto.
Porque nos faltó tanta valentía como argumentos;
a mí y a ella, jugando con analogías,
con seria poesía, construyendo contigo versos.
Y miro su pasado, mis cicatrices recientes y su duelo;
y aunque lo piense ahora, no lo entiendo.

Pero no la juzgo, no protesto.
Acepto que ella y yo éramos otra,
Que hasta los errores se han hecho pequeños
pero que algunos pesan más llevándolos dentro,
con raíces profundas, aquí en el pecho.

Pero estaremos bien,
puliremos la esperanza de que estaremos bien.
Y que, aunque no te encuentre otra vez,
las posibilidades de sonreír, de ser feliz,
están por ahí, volando.
En una realidad donde viviré de a ratos.
Donde sea, donde quiera y cuando
ella y yo queramos.
En el momento que sea necesario
y el ayer se acepte a sí mismo como eso:
ayer, no presente ni ilusiones recurrentes.
Ayer, y nada más que pasado.

Hola (:

Hace unos días empecé a mover estas palabras a un nuevo lugar, y también a escribir nuevas por allá. Así que, si me quieres seguir leyendo, ...