lunes, 23 de febrero de 2015

Fiebre

¿Por cuánto tiempo intentamos huir?

De las sonrisas, de las palabras claras.
De las miradas cómplices en medio del silencio.
Del contacto innecesario
que no pudo ser ignorado.
De tu simple necedad de tenerme cerca,
de asegurar mi sonrisa con la tuya,
de mantener la distancia
pero también tu mirada.

Y por esa noche fue difícil creer,
que nuestras manos estuvieran tocándose otra vez.
Que nuestros ojos brillaran bajo esa luz casi nula.
Que nuestros cuerpos, apartados de la música,
escucharan las voces de los corazones latir.
Diciendo lento, en un susurro casi inaudible,
que morían desde hace meses por volverse a unir.

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Hola (:

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