lunes, 23 de febrero de 2015

Forastero

Hoy me siento lejos de lo que fui.
De lo que escribí, de lo que viví.
Hoy desde mi vagón miro el paisaje.
(Tal vez perdí mi equipaje)

No conozco el nombre de mi acompañante,
pero no me incomoda, no es relevante;
cuando él abra los ojos ya estaré en algún otro viaje.

Y si se bifurcan las vías,
y si quiero bajarme,
lo haré ya sin pensarlo, sin preocuparme.
Llevando el latido a ritmo, desorientarme.
Sin tener que contar mis pasos,
con el mapa de mis manos,
con una rosa de los vientos
sin lis ni norte; sin direcciones.

Descubriré que no hay repeticiones.
Que todo camino ya es distinto
cuando uno ya no es uno mismo,
cuando el verde es amarillo,
cuando no existen estaciones.

Que el atardecer deja de repetirse
al dejar de contemplarse
por ojos hartos de no ser tacto,
de no ser sol y en él querer fundirse.

Y mientras en el suelo me pierdo,
me encontraré volando.
Siguiendo el llamado de alguna luz que he inventado.
Para jamás encontrarla,
para seguir buscando.






1 comentario:

Hola (:

Hace unos días empecé a mover estas palabras a un nuevo lugar, y también a escribir nuevas por allá. Así que, si me quieres seguir leyendo, ...